Busca su destino en las mesas mundiales

Siempre ha estado presente en La Araucanía. Pero hace unos 10 años, el despegue fue notorio. Y el paisaje fue cambiando. La fruticultura está impactando y tiene todo para seguir haciéndolo y creciendo.

Avellano europeo, arándanos, cerezos y manzanos forman parte de una actividad que convive con los cultivos tradicionales y que, en forma decidida, abre las puertas hacia un mundo ávido de consumir los frutos de La Araucanía.

Fedefruta, Sofo y ProChile organizaron el Encuentro Regional Fedefruta en Temuco y la respuesta de más de 120 participantes demostró que hay tierra fértil para seguir esta senda.

El primer vicepresidente de Sofo, Marcelo Zirotti, destacó la participación de productores regionales en este encuentro, que dejó un ambiente muy motivador. “El llamado es atreverse. Hoy la agricultura tradicional tiene su techo y nicho donde podemos optar. No se va a terminar, pero tenemos que innovar. Somos agricultores innovadores, irreverentes y luchadores y esta es la alternativa que se nos abre y que hay que tomar. Se nos abren muchos mercados y hay que seguir adelante”.

El potencial es real. El techo es el agua y, si bien está, la invitación es a que las autoridades tomen en serio el tema. “Hoy estamos enredados en una reforma al Código de Aguas, pero creemos que no es el fondo. El fondo real es cómo vamos a utilizar el agua de ahora en adelante. El agua que usan los agricultores es para crear alimento. No la usamos para otras actividades. Y requerimos claridad para nuestras inversiones. Nuestras certezas tienen que ser a largo plazo”.

Jorge Valenzuela Trebilcock, presidente de Fedefruta, resaltó que La Araucanía siempre ha tenido fruta pero que con el cambio climático se abren oportunidades muy grandes. La disponibilidad de genética, especies y agua pueden transformar a la región “en un polo frutícola muy importante en Chile. Tiene todo para hacerlo. Tiene vocación agrícola, tiene agricultores, agua y suelo disponible”.

Están todos los ingredientes. Ahora hay que dar los pasos y atreverse, resalta Valenzuela.

“Hoy el 40% de la fruta que exporta Chile se va a China y ahí la embajadora principal es la cereza. Es un mercado con gran profundidad de desarrollo y la fruta es un producto con alto valor agregado, por lo tanto, la situación mundial y país además de la cultura exportadora, hace que tengamos más posibilidades de producir fruta. Necesitamos suelo, agua y agricultores”.

De las 320 mil hectáreas de frutales que tiene Chile, el 3% está en La Araucanía. La VI Región tiene el 26%, destaca Valenzuela. 

La reconversión es un proceso de cambio al cual invitan a pensar. La vocación agrícola de la región abre las puertas a este desafío y, lo más interesante del mensaje, es que pueden convivir tanto los frutales, los cultivos y la ganadería en este esquema productivo.

Eduardo González, director ProChile, destacó que el Plan Impulsa Araucanía es un plan de Gobierno en que una de sus áreas principales está el desarrollo agrícola. La reconversión a nuevos cultivos como los frutales está dentro de este camino. “Las exportaciones regionales aumentaron en 2018 un 16,4% y este año, en las últimas estadísticas, las exportaciones frutícolas aumentaron en un 26% y las regionales, en lo que va del año, más de un 40% las frutícolas de la región, que significan manzanas, cerezas y todo tipo de berries”.

Los mercados la piden. Son bien vendidas en mercados de todo el mundo, sobre todo en Asia. “La invitación es a que los productores vean estas oportunidades y las diferentes formas de producir”, explica González.

Pedro Halcartegaray destacó el potencial de desarrollo que tiene el castaño en el sur de Chile y en La Araucanía.
Pedro Halcartegaray destacó el potencial de desarrollo que tiene el castaño en el sur de Chile y en La Araucanía.

Lo que más creció son las exportaciones frutícolas de la región. Y la invitación de ProChile, agrega, es a mirar los mercados premium pero también a aprovechar la producción y las oportunidades que se abren en Malasia, Tailandia e Indonesia, como también los mercados latinoamericanos. 

El avellano europeo se abrió paso en La Araucanía y va a seguir haciéndolo, destacó el investigador de INIA Carillanca, Miguel Ellena. Los bajos costos de establecimiento y producción, como también un mercado creciente, han hecho que se alcance un gran alza en hectáreas establecidas.

El castaño fue uno de los rubros que se expuso en el seminario-taller. El asesor y productor Pedro Halcartegaray invitó a conocerlo, sobre todo porque es un fruto con demanda creciente en el mundo. “Pensamos que ésta va a ser la región más fuerte porque tiene todas las condiciones. Estamos en la VIII y tenemos muy buenas condiciones, pero a veces nos falla el tema climático, como lluvias a destiempo. La IX Región es la zona ideal para el castaño”.

¿Por qué castaño? Por baja inversión, bajo costo de producción, altísima demanda del mercado e insatisfecha. Hoy se vende principalmente a la industria, reconoció Halcartegaray, que si bien no paga precios excelentes, igual hace atractivo el negocio. 1,5 dólares por kilo a productor, con costos de producción muy bajos y con una especie que comienza a producir al cuarto año, se abre una ventana interesante. 

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